Se busca investigador cualificado y con recursos para encargarse de importantes descubrimientos arqueológicos.

Posibles pirámides, geoglifos, recintos megalíticos, y túmulos desconocidos que podrían cambiar considerablemente algunos aspectos de nuestra historia antigua...

Gran Pirámide Circular Concéntrica. Península Ibérica.

Estimados amigos:

Hacía tiempo ya que no me dirigía personalmente a todos vosotros, por razones de verdadera fuerza mayor (problemas de salud, entre otros más personales), pero los últimos acontecimientos desarrollados en el último año, con relación a mis investigaciones sobre el más ignoto pasado de Iberia y Marruecos, me han conducido a una situación verdaderamente difícil, que me obliga a lanzar este llamado en aras de la verdad histórica, de la ciencia y del bienestar social común.

Actualmente me resulta técnicamente imposible poder enfrentar un número considerable de importantísimos descubrimientos arqueológicos, que plantean verdaderos desafíos a la hora de intentar interpretarlos o hacerlos encajar en el esquema histórico-arqueológico convencional, mal denominado como "versión oficial".

Me estoy refiriendo a nada menos que el hallazgo de varias construcciones piramidales concéntricas aterrazadas (tipo Cuicuilco), y cuadrangulares (tipo mesoamericanas o egipcias), en varios puntos de nuestra preciosa geografía peninsular ibérica. Las dimensiones de algunas de esta posibles "pirámides" es verdaderamente sorprendente (más de 100 metros de altitud)...

También he descubierto varias zonas con áreas geográficas que presentan claras evidencias del trazado de gigantes geoglifos en el terreno, ejecutados mediante técnicas similares a las usadas en otros lugares del Mundo como la extractiva, que consiste en la construcción de caminos o terraplenes mediante la limpieza del terreno de piedras y árboles, hasta formar grandes dibujos geométricos y en algunos casos símbolos y objetos perfectamente identificables, y la acumulativa, o sea, mediante el empleo de montículos que van conformando las figuras, la técnica más usada en Europa. Una de estas áreas constituye la mayor extensión de grandes geoglifos de todo el mundo después de Nazca, Perú.

Asociados a estos geoglifos hemos hallados también grandes túmulos con menhires de gran tamaño (la mayoría tumbados), unto a algunos cromlechs o anillos de piedras, y en todos los casos, ninguno de estos yacimientos o hallazgos había sido antes detectado. No aparecen en ningún catálogo o catastro arqueológico conocido. No han sido registrados en la propiedad intelectual por nadie ni hemos encontrado la más mínima referencia a estos en ninguna publicación científica especializada o universitaria ni en revistas divulgativas más populares, a pesar de más de un año de búsqueda infatigable en la mayoría de las más importantes bases de datos de fondos bibliotecarios de España y Europa.

Detalle de una zona de un enorme campo minado de Geoglifos. Península Ibérica.

Debido a las grandes dificultades que me impiden poder llevar adelante estos importantísimos hallazgos que indudablemente llegarán a acaparar las principales portadas de las más prestigiosas publicaciones científicas y medios de comunicación en general (y que conste que solamente estoy considerando a aquellos que no presentan ninguna duda sobre su autenticidad), me veo en la imperiosa necesidad de ceder todos mis derechos actuales y futuros sobre cualquier tipo de beneficio que pudieran derivar tales hallazgos, a aquella persona que sea capaz de reunir una serie de requisitos obligatorios e indispensables, como por ejemplo, expresar y demostrar un marcado interés cultural, fundamentalmente dirigido al bienestar social y al disfrute de tales descubrimientos por toda la humanidad; quiere esto decir que no aceptaré a nadie cuya única intención sea sencillamente borrar del mapa tales descubrimientos o silenciarlos mediante todo tipo de obstáculos, pues aunque os parezca un poco surrealista, me consta -por otros casos bien conocidos- de instituciones que se dedican a comprar derechos sobre descubrimientos arqueológicos, históricos, geológicos, etc., y que después convierten en cotos privado, a los que nadie puede acceder, llegándose hasta ocultar o hacer desaparecer determinadas informaciones. No es ninguna paranoia, es una realidad, que desgraciadamente conozco.

Todos los que me conocen personalmente saben que nunca he perseguido ningún tipo de beneficios económicos con mis investigaciones (cualquiera puede investigar mi vida financiera y solamente descubrirá a un ser completamente arruinado desde hace muchos años, que nunca se ha enriquecido con su vocación). Lo máximo que esperaba -y que por desgracia para mis seres queridos y para mi nunca he conseguido- es recuperar aunque sea parte de lo invertido mediante la venta de libros o revistas... Pero no puedo ser (ni seré jamás) un ser egoísta, al menos en cuanto a cuestiones tan importantes para la historia de la humanidad. Si actualmente no estoy en condiciones físicas ni económicas de poder enfrentar estos sensacionales descubrimientos, no pienso quedarme de brazos cruzados, silenciando todos estos importantes hallazgos, hasta esperar la posibilidad de que más adelante pueda hacerlo.

Nadie (mucho menos yo) tiene derecho a silenciar u ocultar hallazgos de estos calibres por el simple acto de egoísmo de no admitir la posibilidad de que sean otros los que se beneficien en todos los sentidos (tanto en gloria o fama como en nivel económico), a pesar de haber sido uno el descubridor. Ahora bien, tampoco pienso poner tales hallazgos a disposición de determinados organismos (salvo los estrictamente obligatorios y necesarios), mientras estos no sean capaces de garantizar -¡DE VERDAD!- no solamente con un mero trámite administrativo sino mediante un compromiso público ante los medios de comunicación (y partidos políticos) como testigos, que los yacimientos van a ser debidamente protegidos, mediante la creación de recintos cercados y con guardián permanente, todo el año.

De sobra es conocida la cantidad de yacimientos arqueológicos que se destruyen diariamente por la ineficacia de algunos organismos competentes más directos. Si alguien quiere criticar mi postura, está en su derecho, pero no temo absolutamente a ningún tipo de amenaza, sanción o condena que me pudiera caer por actuar de esta manera que considero es la más correcta, ética e idónea para el bienestar y disfrute común de nuestro patrimonio. Algunos llamados "organismos competentes" pierden todo su derecho -aunque sea a nivel moral- a ser controladores del patrimonio arqueológico desde el primer momento en que se permite de manera sistemática -y con total impunidad- el saqueo y deterioro de miles de yacimientos arqueológicos conocidos y divulgados, pero nunca protegidos con garantías suficientes.

Recapitulando:

• El candidato a poseer los derechos de Copyright (sobre futuras publicaciones de libros, revistas, reportajes, o documentales), y los derechos sobre posibles futuros beneficios económicos -en aquellos casos en los que se construyan parques temáticos o instalaciones turísticas privadas en el área-, deberán reunir una serie de requisitos mus estrictos, entre los que también primará (además de los ya citados), una suficiente solvencia (demostrable mediante certificado bancario) para poder enfrentar todas las investigaciones necesarias, o sea, expediciones, estudios de campo, fotografía y filmación, tanto en superficie como desde el aire, siempre de manera autónoma, es decir, sin que tenga que esperar a conseguir financiación externa de ningún tipo.
  

• El candidato debe poseer financiación suficiente para financiar las excavaciones arqueológicas autorizadas por el Estado Español y Patrimonio, para que estas no se retrasen por falta de presupuestos estatales. Y en ningún caso podrá promover o financiar ninguna excavación privada (o sea, de arqueólogos privados, independientes del Estado) salvo que estas sean debidamente autorizadas y legalizadas por los organismos competentes y estatales.

Todos los detalles serán expuestos en una entrevista formal, primero privada, y después, ante otras personalidades pertenecientes a organismos e instituciones legales. Todo tiene que ser absolutamente legal y transparente.

A cambio no pido absolutamente nada. Cederé todos mis derechos actuales y futuros de manera absolutamente gratuita. Solamente me conformaría con la "no exclusión" de las investigaciones (decisión que será totalmente voluntaria por parte del candidato a los derechos de Copyright y demás derechos comerciales), con la participación en cualquier condición, aunque sea como simple peón o ayudante.

Espero que ese auténtico candidato a autor legal de estos descubrimientos, lea este comunicado y responda con la mayor urgencia posible, pues algunos de los hallazgos se encuentran en áreas que están siendo sistemáticamente saqueadas por “caza tesoros” sin escrúpulos que en la mayoría de los casos, o bien destinan las piezas hacia el extranjero, o las guardan celosamente en sus viviendas de manera egoísta, privando a la sociedad de su disfrute.

Saludos cordiales,
Georgeos Díaz-Montexano

Artículo relacionado>>>